Economía Plateada: Una Mirada hacia el Futuro




¿Consideras relevante la inclusión financiera en los adultos mayores? En la actualidad, las personas mayores tienen necesidades financieras aún insatisfechas, dado que el 15% de la población de 60 a 64 años vive en condiciones de pobreza, al igual que el 20% de la población de 65 a 69 años, y el 20% de la población de 70 a más años. En consecuencia, existen adultos mayores que corren un mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad, debido a las pésimas condiciones de vida, la mala salud física o la falta de acceso a servicios de calidad. Ahora bien, la inclusión financiera contribuye al desarrollo económico y al bienestar de la población longeva, además de favorecer la estabilidad financiera y la reducción de la informalidad, por lo que la inclusión financiera en los adultos mayores es un imperativo para una sociedad bancarizada e igualitaria. Superar los desafíos de la discriminación tecnológica y la falta de acceso a servicios financieros es fundamental para garantizar que los adultos mayores gocen de autonomía, seguridad y bienestar económico. Es por ello que, los adultos mayores necesitan tener acceso a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades de manera responsable y sostenible.


Inclusión Financiera


En primer lugar, es crucial reconocer que la inclusión financiera en los adultos mayores es esencial, especialmente en el contexto peruano, donde las cifras de pobreza en esta demografía son alarmantes. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), aproximadamente el 25% de los adultos mayores en el Perú vive en situación de pobreza, lo que resalta la urgencia de abordar este problema. La falta de acceso a servicios financieros adecuados puede exacerbar aún más esta situación, contribuyendo a niveles más altos de ansiedad y depresión entre esta población vulnerable. Este panorama no solo afecta su bienestar emocional y físico, sino que también tiene repercusiones económicas significativas. Datos del Banco Mundial indican que cerca del 60% de los adultos mayores en el Perú no tienen acceso a servicios financieros formales, lo que los deja desprotegidos ante situaciones económicas adversas. Sin embargo, una inclusión financiera mejorada puede mitigar estos riesgos al proporcionarles recursos para cubrir sus necesidades básicas y garantizar una mejor calidad de vida. Puesto que, cuando los adultos mayores tienen acceso a productos financieros apropiados, como préstamos, cuentas de ahorro y seguros, pueden mantener su independencia y seguridad económica. Esto alivia la presión sobre los sistemas de asistencia social y familiar, que ya están sobrecargados. Según el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), un gran número de adultos mayores en el Perú depende de programas de asistencia social del gobierno debido a la falta de recursos financieros propios. En otras palabras, garantizar la educación financiera y la inclusión en servicios financieros en los adultos mayores no solo beneficia su bienestar individual, sino que también fortalece la estabilidad económica del país y promueve una sociedad más equitativa y bancarizada. Estas medidas no solo son justas, sino que también contribuyen al desarrollo económico y social del Perú.

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Flexibilidad Laboral


En segundo lugar, los adultos mayores que necesitan trabajar pueden hacerlo de forma irregular pues según indica CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) en una publicación menciona: “[.] Son indispensables programas que faciliten la contratación de personas mayores en el sector privado y público. Un factor relevante en esta dimensión es considerar la “flexibilidad laboral”. Ante ello, podemos deducir que las empresas e instituciones públicas o privadas que contratan a alguna persona mayor tienen la obligación de brindarle un horario accesible y menos ajetreado, para lo cual es indispensable la participación de sindicatos y empresas que deberán verificar el cumplimiento de los derechos y beneficios que debe recibir el adulto mayor que se encuentra laborando. En pocas palabras, las personas mayores tienen derecho a trabajar siempre en cuando se encuentren en un buen estado de salud (físico y mental), pero además de ello se requiere de un respaldo legal para verificar la condición y los beneficios que reciben, de manera que estas personas no se sentirán excluidas por la sociedad y su economía no se verá tan afectada.

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Capacidad de Ahorro


En tercer lugar, la
capacidad de ahorro en los adultos mayores promueve la participación activa en la economía. Esto, a su vez, puede impulsar el crecimiento económico a largo plazo. Por ejemplo, un vecino adulto mayor cayó enfermo y al poco tiempo falleció. Su viuda contó que hace dos años su esposo fallecido quería comprar un seguro de sepelios, pero por su edad no lo aprobaron. Como no quería ser una molestia para sus hijos, no les pidió ayuda. Ahora, los vecinos están haciendo una colecta para poder enterrarlo. Así como en esta situación, si un adulto mayor carece de acceso a servicios financieros adecuados, como cuentas de ahorro y seguros, podrían enfrentar dificultades para cubrir gastos inesperados. Esto incluye la atención médica urgente o reparaciones del hogar. Por lo tanto, al tener acceso a estos servicios, los adultos mayores pueden gestionar mejor sus finanzas y participar en actividades económicas. Esto les permite invertir en negocios locales o proyectos emprendedores. Esto no solo mejora su bienestar individual, sino que también contribuye al crecimiento económico general, creando un efecto positivo en la sociedad.

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Estado Emocional del Adulto Mayor


Seguidamente, es de suma importancia tener en cuenta el estado emocional del adulto mayor frente a la exclusión, pues algunas de estas personas son rechazadas por la sociedad y se ven limitadas al no poder ejercer actividades igual a los demás, como lo es trabajar para aportar a su economía, provocando en ellos sentimientos de tristeza, desagrado y desesperación debido a la falta de compasión y solidaridad de los demás. Ante ello, la enfermera Juana Ortiz y el enfermero sociólogo Manuel Castro mencionan lo siguiente: "La búsqueda del bienestar ha servido como guía para definir las políticas sociales en nuestro país. El Gobierno concibe el estado de bienestar en relación a una asistencia social donde se postula que el elemento principal es la satisfacción de las necesidades materiales y de salud. Bajo esta visión el Gobierno ha visto minada su función al no satisfacer las expectativas de la población mayor, las que tienen que ver con un cambio cualitativo en la valoración de la vida, en donde la subjetividad es fundamental." Esto quiere decir que la falta de comprensión, empatía y solidaridad por parte del Gobierno hacia los adultos mayores es de gran preocupación, puesto que no toman en cuenta el bienestar de estos ciudadanos. En resumidas cuentas, las políticas de estado, si bien es cierto ayudan a mucha gente, no llegan a la mayoría, por ende, es primordial que tomemos conciencia y reforcemos nuestros valores, dado que la carencia de estos, tanto en el Gobierno, como en las familias de los discriminados es uno de los principales motores para que aún persista la exclusión financiera en los adultos mayores, así como también en otros sectores.

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En conclusión, la inclusión financiera de los adultos mayores en el contexto peruano es esencial para abordar la alarmante situación de pobreza que enfrentan muchos de ellos. La falta de acceso a servicios financieros adecuados no solo afecta su bienestar emocional y físico, sino que también tiene repercusiones económicas significativas a nivel individual y societal. Puesto que, es fundamental garantizar la educación financiera y el acceso a productos financieros apropiados para esta población, lo que no solo beneficia su bienestar individual, sino que también fortalece la estabilidad económica del país y promueve una sociedad más equitativa y bancarizada. Es por ello que afirmamos sobre la importancia de proporcionar a los adultos mayores acceso a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades de manera responsable y sostenible. En última instancia, debemos reconocer que la exclusión financiera de los adultos mayores no solo es una cuestión económica, sino también un reflejo de la falta de comprensión, empatía y solidaridad en la sociedad y en las políticas gubernamentales. Es necesario un cambio cualitativo en la valoración de la vida de esta población, donde su bienestar y dignidad sean prioritarios. Así pues, al fortalecer la inclusión financiera de los adultos mayores, no solo estamos mejorando su calidad de vida, sino que también estamos construyendo una sociedad más justa y compasiva para las generaciones futuras.

Reflexionemos juntos:



Comentario:
Asegurarse de que las personas mayores tengan acceso al dinero es muy importante para mantenerlas seguras financiera y emocionalmente a medida que nuestra población sigue envejeciendo. Cuando nos aseguramos de que las personas mayores puedan obtener el dinero y la ayuda que necesitan, les ayudamos a vivir por sí mismos y hacemos que nuestra sociedad sea más justa y solidaria con todos. Asimismo, para que su inclusión financiera sea completa, se debería dar una educación financiera a toda la población, puesto que de esa manera no solo invertirán para si mismos, sino que también estarán contribuyendo económicamente en la sociedad.

Autoras:
Araceli Pajares
Linda Flores
Thais Castillo
Sharlyn Crisante
Jarhumy Sánchez

Fuentes:

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